lunes, 1 de diciembre de 2008

El Tiempo

El Tiempo, aliado y enemigo, fugaz y eterno, real e imaginario...

El tiempo es nuestro mejor amigo cuando sufrimos un dolor "El tiempo lo cura todo", "con el tiempo te sentiras mejor"... son frases que todos hemos dicho alguna vez y sin duda que cuando pasa el tiempo las emociones cambian y las cosas se integran, siempre que hagamos bien los procesos de duelo claro porque si lo hacemos mal entonces el tiempo se convierte en nuestro mayor enemigo y cada segundo se hace eterno, el dolor de cada instante se ralentiza, profundiza, se funde en nuestra alma y parece no pasar nunca.

El tiempo es un gran enemigo de nuestra felicidad, cuando lo pasamos bien se acelera y es como si nos arrebatase las horas y los días en tan solo un instante...

El tiempo es responsable de la mayoría de nuestros miedos, miedo a lo que pasará en un futuro, a que las cosas vayan mal, a... y también de nuestras culpas, aquello que hicimos en el pasado y creemos que hizo un mal, eso que nos engancha al ayer.

Pero, ¿exiten el pasado y el futuro? ¿Puede ser real algo que a veces pasa despacio y a veces pasa fugaz, o es una pura construcción de nuestra mente limitada? La teoría de las cuerdas y los avances de la física ya empiezan a dudar sobre algo que como otras muchas cosas que se han superado en el pasado es, hasta ahora, algo que tiene entidad de verdad absoluta.

Os adjunto un trocito del libro Siddhartha de Hermann Hesse que aclara mucho mejor que yo lo que os quiero transmitir:

Lo primero que aprendió fue a escuchar, a prestar oído con el corazón en calma, con el ánimo abierto y expectante, sin apasionamiento, sin deseos, juicios ni opiniones.
[...]
Un día le preguntó:
- ¿También a ti te enseñó el río aquel secreto: que el tiempo no existe?
Una clara sonrisa iluminó el rostro de Vasudeva.
- Sí, Siddhartha -repuso-. te estarás refiriendo sin duda a lo siguiente: que el río está a la vez en todas partes, en su origen y en su desembocadura, el la cascada, alrededor de la barca, en los rápidos, en el mar, en la montaña, en todas partes simultáneamente, y que para él no existe más que el presente, sin la menor sombra de pasado o de futuro.
- Así es - dijo Siddhartha-. Y cuando me lo enseñó, me puse a contemplar mi vida y advertí que ella también era un río y que nada real, sino tan solo sombras, separan al Siddhartha niño del Siddhartha hombre y del Siddhartha anciano. [...] Nada ha sido ni será; todo es, todo tiene una esencia y un presente.
Siddhartha hablaba con gran entusiasmo; esta revelación lo había hecho muy feliz. Oh, ¿no era acaso el tiempo la sustancia de todo sufrimiento? ¿no era el tiempo la causa misma de todo temor y de toda tortura? ¿no se suprimiría acaso todo el mal, toda la hostilidad del mundo en cuanto el tiempo fuera superado, en cuanto se aboliera la idea del tiempo?

7 comentarios:

Marta dijo...

El pasado existió; el futuro, no existe, y el presente ES.
Qué buena y oportuna tu aportación, Avatar.
Mil Gracias,
Marta

Anónimo dijo...

No es que el tiempo todo lo cure,si no creo que el tiempo nos madura y nos enseña a aceptar las situaciones.Para mi entender lo mas importante es hacer como el rio estar en pasado,en futuro, pero pisando tierra en el presente,en el ahora,pues el ahora es lo que estas viviendo.

Anónimo dijo...

¿que es el tiempo? Si me lo preguntas, no lo sé. Si no me lo preguntas, lo sé.... Es una frase de San Agustín, y la verdad es que es certera, eh? todos lo hemos tenido como aliado alguna vez, o como enemigo otras... Nos madura, nos roba ingenuidad, nos trae regalos, nos los quita... nos hace celebrar los años, los encuentros y los desencuentros...

A mi, la verdad, no deja de sorprenderme, precisamente por las cosas que me ha traído a lo largo de la vida... (y también quitado).
En estos momentos de mi vida me sorprende porque por más pasa y me aleja de una situación que me hizo cierto daño, no solo no noto mejoría, si no que la nostalgia es mayor...
No se gestionarlo.. pero al mismo tiempo (y paradojicamente) se que el tiempo, y solo el tiempo, pondrá a los implicados en su sitio...

Gracias por la reflexión, Avatar... y como nota a mi misma: releer Shidartta. Fantástico Hesse.

maria dijo...

Claro que el tiempo puede ser amigo o enemigo…pero eso depende de nosotros mismos, una misma circunstancia puede mostrarnos ambas caras… pero al dejar pasar el tiempo, con paciencia, veremos que si seguimos nuestro camino las cosas se resolverán a nuestro favor… si sabemos “manejar” el tiempo, al final todo es más fácil de lo que parece, y nos habremos “dado tiempo” (un regalo para nosotros mismos)para reflexionar sobre los sentimientos que se nos habían generado….Para mí, por lo tanto es una necesidad y a la vez una obligación…aunque a veces es super-duro…

Pero bueno, yo soy de esas personas que creen que todo en esta vida pasa por algo, y procuro disfrutar y aprender con todo lo que vivo.

Un saludo a todos.

Anónimo dijo...

Creo que las emociones son atemporales,por eso cuando las intentamos atrapar en una dimension temporal las obligamos a mutar, como por ejemplo el dolor en sufrimiento, el miedo en temor ...
El tiempo sirve para ordenar nuestros acontecimientos vitales pero no nuestras emociones,solo podemos darle su lugar cuando las aceptamos y dejamos de perseguir al futuro,en un esfuerzo inùtil, esperando que las haga desaparecer o mitigar.

Avatar Psicólogos dijo...

Una vez más estoy agradecido por vuestros comentarios, una vez más siento que este blog se agranda con ellos.

Marta, que importante es SER.

Anónimo 1, 100% de acuerdo contigo, ser río con las raícen en el presente.

Julieta, esa mente inquieta siempre jugando entre espirales, lo cierto es que siempre sales de ellas fortalecida y más sabia, es por eso que me alegro, porque se que pronto estarás en tu sitio y todos nos beneficiaremos de lo que has aprendido.

Maria, me quedo con eso tan importante que dices "eso depende de nosotros mismos", no importa lo duro que algo es si nos centramos en transitarlo, en eso que si depende de nosotros mismos.

Anónimo 2, nada que decir a tu comentario, simplemente me ha dejado boquiabierto, no se cuantas veces lo he leído ya. Gracias.

el piano huérfano dijo...

....y si el tiempo es un engaño de la mente para que el alma no encuentre el tan facil el camino a casa...