domingo, 4 de noviembre de 2012

Mierdamatrix

Hace tiempo, en un curso de atención al cliente para los agentes únicos de la EMT creé esta historia que nunca me he atrevido a publicar por sus aspectos escatológicos. Pero por una sugerencia me atrevo a hacerlo ahora unos diez años después de contarla por primera vez.

Vivimos en un mundo muy competitivo en el que lo que haces bien apenas es valorado, "es tu trabajo", "es lo menos que puedes hacer, ser profesional" te suelen decir cuando haces las cosas bien. Sin embargo, cuando cometemos un error, por pequeño que sea éste, normalmente se nos señala que lo hemos hecho mal en un instante y la noticia vuela por la empresa como la pólvora. Y esto no solo ocurre en el mundo laboral, en el personal es muy parecido ¿Cuántas cosas hace nuestra pareja por nosotros que damos por sentado y no agradecemos? Y... ¿Quién se calla cuando hace algo que nos molesta?

Así que si cada vez que hacemos algo bien se nos valora con un +0,2 y cada vez que hacemos algo mal se nos puntúa con -7,0 ¿Cómo está la mayoría de la gente? Pues en negativo, sintiéndose muy insegura y por tanto con un estado de estrés que facilita la agresividad y el estar a la defensiva.
Este estado de negatividad yo lo simbolizo con que la gente lleva un trozo de mierda en las manos, algunas personas llevan un trozo pequeño y otras uno muy grande.

Y cuando tienes un trozo de mierda en las manos ¿qué deseas por encima de todo? Pues soltarla ¿Y cuál es la manera más fácil de soltarla? Sin duda, tirársela a otro.

Ante este hecho que no podemos evitar he observado que hay tres tipos diferentes de personas:

El porcentaje más numeroso, de largo, son los que yo llamo los "intercambiadores de mierda". Este tipo de personas, cuando alguien les echa su mierda la cogen y, como no es suya, pues se la tiran de vuelta al que se la tiró antes y, de paso, como no se nota, le ponen un trozo de la suya propia a esa que devuelven. El problema es que cuando alguien te echa su mierda y tú la coges esa persona olvida instantáneamente que es suya así que, cuando tú se la tiras de vuelta, la persona percibe que eres tú el que le echa mierda y vuelve a devolvértela, haciendo circular y eterno el proceso. En un intercambio de mierda finalmente el que es más fuerte hace que el trozo grande se lo quede el otro, pero en el proceso los dos quedan pringados hasta las orejas. Una variante del intercambio de mierda es aquel que alguien le tira su mierda, la coge y, como no puede devolvérsela a quien se la tiró, se la tira a una tercera persona.

El segundo grupo, un porcentaje de personas muchísimo menor que el anterior, son las que yo llamo las "mierdamatrix". Son esas personas que cuando alguien les tira su mierda... la esquivan.
Cuando haces el mierdamatrix y la mierda, que no puede estar perdida en el espacio, vuelve a quien te la tiró lo normal es que eso le enfade todavía más. No podemos olvidar que están muy acostumbrados a que los demás sean intercambiadores y la cojan, así que posiblemente ocurrirá que te la vuelva a tirar todavía más fuerte. Si la vuelves a esquivar más les molesta así que más fuerte te la tiran pero antes o después todos recuerdan el dicho que dice "si hay que ir se va, pero ir pa' na' es tontería" así que dejan de tirártela para, supongo, tirársela a otros.

El tercer grupo, el menos numeroso de todos, es el de las personas que denomino "buscadores de mierda". Es el integrado por esas personas que alguien tira una mierda a lo alto y parece que van a buscarla. Son esos típicos que te dicen "¿y tú qué miras? ¿me estás mirando?" buscando bronca a la menor excusa que tienen. ¿Por qué alguien es un buscador de mierda? Pues porque tiene tanta mierda encima que necesita cualquier pequeña excusa para tirartela toda.

Pues bien, tú puedes elegir a que grupo pertenecer porque quizá no tengas poder para evitar que la gente desde su inseguridad te lance su mierda, pero para lo que si tienes un poder absoluto es para responder a ese estímulo como tú decidas, intercambiando, esquivando o buscando. Sólo de ti depende, elige bien.

Eso si, si eliges el mierdamatrix como esperamos, no puedes olvidar que primero tienes que limpiar toda esa inseguridad que llevas contigo porque si tú tienes un gran trozo encima será difícil que puedas esquivar nada. Puede parecer difícil pero, sin duda, merece la pena.