martes, 15 de julio de 2008

Coraje



El otro día paseaba con mi hermana de alma por Marbella y ella, que tiene ojos de vida, se fijo en una maravilla que nos regaló una de esas lecciones que puedes aprender en cualquier esquina. Era un árbol que tras ser completamente amputado se afanaba, con éxito, por construir una ramas que le devolvierán a la vida. Ella bautizó esta imagen como coraje.

No sabemos si fue cortado por su propio bien, por alguna imperiosa necesidad de un ser humano o por un simple capricho, pero eso a él no parecía importarle. Lo importante es agarrarse a la vida, volver a crecer, recuperar una esencia aparentemente pérdida pero que es evidente que late dentro de él y que le permite, supongo que no sin grandes dosis de esfuerzo, sobreponerse a su brutal herida y a las dificiles circunstancias de la ciudad para volver a florecer, para seguir haciendo vida. Toda una lección y este mi homenaje.

Por cierto que el árbol, si queréis ir a verlo, esta en la calle Victor de la Serna de Marbella, en la acera del Banesto y frente a un hotel cuyo nombre no recuerdo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Otra vez coincidimos... Estoy leyendo un libro sobre la Resiliencia, y tus palabras me lo confirman: agarrarse a la vida, recuperar la esencia, y adelante, siempre adelante...

Anónimo dijo...

La vida a mi entender es elegir,ser victima o luchar, creo que este abrol decide luchar, sigamos su ejemplo.

reencontrandome dijo...

POEMA DEL ÁRBOL
La gracia de tu rama verdecida :

Árbol, buen árbol, que tras la borrasca
te erguiste en desnudez y desaliento,
sobre una gran alfombra de hojarasca
que removía indiferente el viento...

Hoy he visto en tus ramas la primera hoja verde,
mojada de rocío,
como un regalo de la primavera,
buen árbol del estío.

Y en esa verde punta
que está brotando en ti de no sé dónde,
hay algo que en silencio me pregunta
o silenciosamente me responde.

Sí, buen árbol; ya he visto como truecas
el fango en flor, y sé lo que me dices;
ya sé que con tus propias hojas secas
se han nutrido de nuevo tus raíces.

Y así también un día,
este amor que murió calladamente,
renacerá de mi melancolía
en otro amor, igual y diferente.

No; tu augurio risueño,
tu instinto vegetal no se equivoca:
Soñaré en otra almohada el mismo sueño,
y daré el mismo beso en otra boca.

Y, en cordial semejanza,
buen árbol, quizá pronto te recuerde,
cuando brote en mi vida una esperanza
que se parezca un poco a tu hoja verde...
ANTONIO MACHADO

loose dijo...

Es curioso, yo también estoy leyendo un libro sobre la Resiliencia, "El amor que nos cura" de Boris Cyrulnik.
Aferrarse al la vida, luchar para salir adelante y agudizar el placer de vivir lo que aún es posible. AMOR POR LA VIDA, la lección más importante que debo aprender...

Anónimo dijo...

Si mirásemos a nuestro alrededor, y observasemos con atención, descubririamos la gran cantidad de "árbolitos" que tras haber sido amputados en alguna forma o modo, se esfuerzan cada día por abrirse paso hacia los rayos de esa luz que necesitan, dejando atrás el dolor, superando las barreras que les prohiben SER, HACER, TENER.....

Me sumo a tu homenaje y me reflejo en el.....Tu blog se llenaría de rostros de seres hermosos, cisnes que aceptan y generan los cambios, héroes anónimos que actuan.....El valor de la resiliencia, el coraje de vivir con neutralidad, con una actitud causal....."y si yo gano tu ganas, si tu ganas yo gano".