Pero lo que me ha llamado de verdad la atencion de este lugar es la Pagoda de la Paz, desde la misma entrada empiezas a sentir algo especial, es como si la intencion con la que fue construida invadiese cada poro de la piel, cada espacio de tu ser y te llenase de esa sensacion de paz y amor, hasta cambiar muchos de los conceptos que acarreamos de rabia, enfado provocados por el juicio. De alguna manera es como si la instruccion de compasion del Lama Lundruck cobrase aqui un sentido especial, como si el lugar ayudase a comprenderlo.
Aprovechando la energia de la Pagoda nos reunimos a hacer una oracion, una oracion para encontrar la paz en tres aspectos: paz en la mente, paz en el corazon y paz con los seres de nuestro alrededor. Una oracion que me llego profundo. No se cuantas veces habre dado la instruccion a otros de dividir el camino en pequenos pasos y en un aspecto tan fundamental como el de la paz lo descubro ahora, primero lograr la paz en la mente, quiza los mas dificil, luego la paz en el corazon, entendiendo las cosas de la emocion como son, para luego, creo que ya un paso muy sencillo, poder amar a los demas de manera incondicional. En cierto modo todo se engancha, para tener paz en la mente hay que cambiar la manera de percibir las cosas, elegir amar no es facil cuando hemos recibido intrucciones de competicion, justicia y culpa.
Desde este lugar magico os envio un abrazo lleno de esa paz que estoy encontrando y que espero compartir con vosotros cuando vuelva a Espana.
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