lunes, 14 de septiembre de 2009

La suerte del patito feo



Sin duda, fue ese día en el que al patito feo le echaron del estanque, ese día en el que se sintió solo, abandonado, no querido... el mejor de su vida... cuando caminaba con la cabeza gacha, arrastrando los pies, con el corazón roto y su autoestima desplomada no se podía imaginar el inmenso regalo que acababa de recibir porque...

¿Qué habría pasado si nunca le hubiesen echado? ¿Cómo habría sido su vida?

Habría permanecido en un estanque en el que todos se compadecían de él. Y cuanto más se compadecían y más trataban de ayudarle más hubiese sentido que era un pato inadecuado.
Habría tenido que seguir soportando las bromas y agresiones de los patos más "guapos".
Habría seguido esforzándose por ser un mejor pato y, con cada esfuerzo, más se hubiese alejado de su esencia, no sólo sintiéndose desgraciado sino también extraño.
Habría suplicado amor y cuanto más lo hubiese hecho menos sensación de que lo merecía.
Se hubiese quejado de su mala suerte y con cada queja más alejada su libertad porque más inseguro se sentiría y más incapaz de renunciar al "amor" que le daba el resto de los patos.
Nunca hubiese descubierto quién es en realidad.

Pues eso, que el peor día de su vida fue el mejor de su nueva vida y es que a veces hay que renunciar a algo para obtener algo mejor, pero como es tan difícil y da tanto miedo renunciar, la vida nos suele echar una mano y darnos en algún momento un empujoncito que ya será responsabilidad nuestra que sepamos aprovechar...

7 comentarios:

Mod dijo...

Felicidades!! Es precioso.

Cierto Antonio, la vida siempre te da el empujon necesario, es triste, te sientes mal, sola, incomprendida pero a la larga es lo mejor. Porque dejas de sufrir por querer ser algo que no eres o complacer a quien no debes y dejas que los demás se compadezcan o se burlen de ti.

Me ha gustuado mucho este post es como la vida misma.

Julieta dijo...

Es precioso y es perfecto, pues eso es la vida.
Solo cuando nos echan nos están dando la oportunidad de crecer... y poco a poco, ese vértigo del principio se convierte en la puerta a los mayores éxitos personales de nuestra vida.

Gracias... una vez más...

Majo dijo...

Me ha encantado leerlo. Gracias por escribirlo a quien sea.

B7s

DEMOFILA dijo...

¿Y si el patito feo a pesar de la infelicidad y del dolor, no puede salir de ese entorno tan agresivo?,
¿y si no puede dejar de complacer a los demás para no sufrir más?.
En esos casos, ante la imposibilidad de huir de todo eso, ¿cuando empieza el primer día de su nueva vida?.

Anónimo dijo...

Precioso.
Mil gracias.
Marta

el piano huérfano dijo...

muy bueno
me acuerdo que me has dado ese ejemplo tantas veces, pero me sigo preguntado ¿cuando se sabe si es el momento de dar el paso?

Avatar Psicólogos dijo...

Muchas gracias por vuestras palabras, es un privilegio para mi que os haya ayudado de alguna manera.

Demofila, si el patito no se va es quiza porque todavía no es su momento para hacerlo, quizá necesita coger más fuerza, más seguridad... aunque el problema es que quedándose nunca la conseguirá. Aunque no debemos temer por él, el universo, destino o como queramos llamarlo siempre viene con oportunidades y cuando no las cogemos siempre viene con alguna más. Cada agresión que reciba es una oportunidad para ser consciente de que tiene que salir de allí así que quizá esos que le agreden le están haciendo en realidad un favor.

Piano, nunca podemos tener la seguridad de que sea el momento justo para dar el paso. Se dice que las personas que no se permiten cometer errores nunca pueden tomar decisiones así que si te planteas algo será porque ya es el momento de hacerlo y si fallamos pues el aprendizaje obtenido nos ayudará para acertar la próxima vez. Si nos rodeamos de amor (hacia nosotros mismos) podremos aceptar las consecuencias de nuestros errores y luego disfrutar de los beneficios de los aciertos hacia los que esos errores nos dirigen.