sábado, 9 de mayo de 2009

Los siete pecados capitales: introducción

Si, esta serie se titula Los Siete Pecados Capitales.



Ni nos hemos vuelto locos, ni hemos pecado hasta el punto de tener que redimirnos, ni le hemos dado un giro al blog, ni nos hemos vuelto castos, ni nada parecido...
Tan solo seguimos en nuestra tónica, esa de construir un poquito cada día... De hacer algo con las palabras (hilos del pensamiento.. o era al revés?) reflexionando, construyendo, y por supuesto, opinando...

Somos católicos.
En mayor o menor medida. Practicantes o no. Confirmados o no.
Creyentes o no.

Con "somos católicos" me refiero a que hemos nacido y crecido (por lo tanto, nos hemos enculturizado aquí...) en una sociedad católica, por lo que desde niños hemos crecido con la impronta de la terminología católica.
Conceptos como culpa, perdón, juicio... y por supuesto pecado... forman parte de nuestro imaginario particular. Repito: seamos o no practicantes.

Como antropóloga especialista en símbolos y religiones he estudiado en profundidad varias de las principales religiones del mundo. Todas, cada una de ellas, refieren a lo mismo y de lo mismo: Como explicar aquello no abarcable desde los cinco sentidos básicos humanos... un "aquello" que parece concretarse en el asunto de la muerte. Pero aunque se abre aquí un tema muy interesante en realidad lo que pretendo es hablar de los pecados.

La palabra pecado, es la traducción del "pecattum" latino. Pero la Biblia fue escrita en Hebreo... y en hebreo pecattum refiere a "hâtta" o "chattaah" que literalmente se traduce por "errar el tiro / fallar el blanco" cuya traducción más conceptual sería "salirse del camino". Como vemos, es un sentido muy diferente. A nosotros nos ha llegado un "errar" cargado de culpa (juicio final = valoración de los
pecados) que poco tiene que ver con esos pequeños errores, o fallos que no siempre están cargados de la intencionalidad que el pecado bíblico nos atribuye.

En cualquier caso, sirva lo anterior como una pequeña introducción de una serie que hoy comenzamos.
Desde Avatar Psicólogos consideramos que cualquier acontecimiento que sucede en nuestra vida (sea un éxito o un fracaso, un reto o un obstáculo...) aparece para crecer, para mejorar, en definitiva: para aprender.

¿Qué podemos aprender de la ira, de la lujuria, la pereza, la gula, la envidia, la soberbia y la avaricia?
Responder a esa pregunta es nuestro propósito para los próximos días, esperamos contar con vuestra ayuda.

Julieta

7 comentarios:

DEMOFILA dijo...

Los siete pecados capitales, eso nos lo enseñaron en el colegio, en nuestra infancia, dicen que el mayor pecado de los españoles es la envidía, en nuestro pecado nacional, al parecer somos bastante envidiosos por naturaleza, hay un libro que leí hace tiempo, con este mismo título, no recuerdo el autor, muy bueno, desgrana cada uno de los 7 pecados de que hablamos, me gustaría volverlo a leer, lo buscaré y lo releeré, recomiendo su lectura.
Después del pecado, viene el arrepentimiento, no antes, después, no reflexionamos sobre lo que hacemos, ¿son falta o pecados?.
Me acuerdo de una frase que he leido hace tiempo, no recuerdo de quien, decía, más o menos, así: "Cuánto mayor sea el delito, mayor debe ser el tiempo dedicado a remordimientos".
Estaré pendiente de todas las entradas de esta bonita introducción, serán interesantes, y podremos examinar, entre todos, los pescados que nos tientan el alma y en los que realmente caemos.
Besos, Julia, bienvenida.

loose dijo...

Depende de la conciencia y del camino que cada cual se haya trazado.

Quien no esté dispuesto a aprender, jamás reconocerá que cada paso que de, es una enseñanza para consigo mismo para con los demás.

Saludos.

loose dijo...

Quise decir "Y para con los demás", perdón.

DEMOFILA dijo...

Acabo de leer un artículo, en el periódico, que se titula "Sobreprotección Hiperpadres", en él aparecen dos frases que me han recordado cosas que me dicen en una consulta sobre mi vida.
Albert Casals: da gracias a su padre y madre con estas palabras "les agadezco que se hayan esforzado en no ayudarme, porque han facilitado mi felicidad".
Y otra de Shakespeare: "La seguridad es la mayor enemiga de los mortales".
¿Realmente es así?.
Perdona, Julia, me salgo del tema de los pecados capitales, te prometo comentarlos contigo, uno por uno, son temas interesante, además, creo que todos caemos en alguno de ellos.
Un abrazo de todos.
Demofila.

Anónimo dijo...

Qué gran idea Julieta!
Creo que, estudiando un poco los siete pecados, todos o casi todos son producto de nuestros miedos e inseguridades, tal vez marcados a fuego en nuestra infancia, y,no sé por cuál vas a empezar, pero, en el último post de tu maravilloso blog, describías a la perfección la absoluta incapacidad de algunos seres humanos para compartir la alegría del bien ajeno. ¿Envidia en estado puro?

Bsos

Julieta dijo...

Gracias, lectoras!

Esperamos, como siempre, vuestras interesantes aportaciones.

Habrá tiempo para hablar de todos... Queremos dar una visión un poco más trascendente y orientada al crecimiento del "pecar"...

ya que pecamos sin darnos cuenta (aunque otras si lo hacemos) por lo menos sacar de ello alguna lección.

Un abrazo,
Julieta

Venev dijo...

Para mí un pecado, más allá de cómo nos lo ha inculcado la Iglesia... No son para sentir culpa por que eres malo y para sentir miedo de "ir al infierno", creo que simplemente son actos en los cuales si incurres te afectas de alguna manera y creas sufrimiento en tu aquí y ahora. Y la lección creo que depende de cada "pecado" y situación. Pero es como cualquier otra equivocación, el dolor o pérdida que tengas a partir de ella es lo que te dará el aprendizaje. Saludos!