Hoy que es el primer día del curso 2012/13 queremos pararnos un segundo a rendir homenaje a todas esas personas que dan lo mejor de sí mismas para que otras, en el futuro, estén preparadas para dar lo mejor de ellas y conseguir los retos que se propongan. Sabemos que empezáis el nuevo curso con ilusiones renovadas, con ganas de superar las dificultades antiguas, con fuerza y carácter para enfrentar los recortes con los que se presenta el nuevo año.
Os admiramos.
Y para que no olvidéis que nosotros no olvidamos os dejo este pequeño cuento, que algunos me habréis oído en los cursos, que nos recuerda que vuestro trabajo, por muchos sin sabores que a veces tenga siempre merecerá la pena.
Un fuerte abrazo y... ¡mucha ánimo para el nuevo curso!
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En un paraje de sol y de paz, se
hallaba un escritor que vivía junto a un pequeño poblado de pescadores. En su
tranquila vida, cuando llegaba el amanecer, daba un largo paseo por la orilla
del mar. Un día como tantos otros, divisó a lo lejos a una joven que parecía
bailar sobre la orilla. Conforme se fue acercando, comprobó que la hermosa
muchacha recogía estrellas de mar halladas en la arena y las devolvía, con
gracía y ligereza, al océano. "¿Por qué hace eso?", preguntó el
escritor un tanto intigrado. "¿No se da usted cuenta?", replicó la
joven, "con este sol de verano, las estrellas se secarán y morirán si se
quedan aquí en la playa". El escritor no pudo reprimir una sonrisa, y
contestó: "Joven, existen miles de kilómetros de costa y centenares de
miles de estrellas de mar... ¿Qué consigue con eso? Usted sólo devuelve unas
pocas al océano". La joven, tomando otra estrella en su mano y mirándola
fijamente, dijo: "Para ésta ya he conseguido algo", lanzándola al
mar. Al instante, dedicó una amplia sonrisa y prosiguió su camino por la playa.
Aquella noche el escritor no pudo dormir... Finalmente, cuando llegó el alba,
salió de su casa, buscó a la joven a lo largo de aquella dorada arena, se
reunió con ella y, sin decir palabra, comenzó a recoger estrellas y devolverlas
al mar.
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¿Basta una sola estrella de mar?
¿Una sola? ¿Basta un sólo alumno/a? Como excelentemente expresa Jose Mª Doria, la vida es un valor que no habla el idioma
de la cantidad, sino que, más bien, se desenvuelve en las suaves brisas de la
cualidad. Cuando ofrecemos a un solo niño, a una sola niña, esas acciones que permiten cubrir sus carencias, afectivas, intelectuales o culturales, cuando trabajamos para satisfacer esos deseos básicos de los que hemos hablado en otras ocasiones en este blog, estamos haciendo
una labor que no tiene precio, que es imposible de cuantificar, nunca podremos
saber el alcance de ésta actuación, de este esfuerzo que hacemos por ofrecer
una segunda oportunidad a ese alumno o alumna que tanto en su familia como en
otros ámbitos de su microcontexto está siendo rechazado, agredido o abandonado.
¿Merece la pena?
7 comentarios:
Precioso, Avatar.
Yo tambien admiro a los profesores/maestros :-)
¡Claro que merece la pena! :-)
Mil gracias por esta entrada y mucha fuerza a todos los profesores/maestros :-)
GRACIAS POR EL REGALAZO QUE NOS HACES.
Claro que merece la pena pero no por lo que ofrecemos (porque no solo ofrecemos, sino también recibimos).
Merece la pena por lo que COMPARTIMOS.
¿Existe un trabajo mejor que aquel que nos permite facilitar el aprendizaje integral de los demás y, al mismo tiempo, los demás nos regalan tantas oportunidades de seguir creciendo personalmente?
Aprovecho para reconocer lo agradecida que estoy a todos mis estudiantes por lo que me han permitido y me siguen permitiendo aprender en mi trabajo. ¡TODO UN LUJO del que cada día soy más consciente!
FELIZ REGRESO A DOCENTES Y ESTUDANTES ;-)
Qué paragógica es esta pregunta Antonio ¿merece la pena?, la pena o la alegría?
-¿No es una alegría tener un trabajo que te permite ver crecer exterior e interiormente a unas personitas que como esponjas absorben día a día todas lo que intentas transmitirle?
-¿No es una alegría ir cada día al cole dedicándote en cuerpo y alma (literalmente) a ellos olvidándote de tus problemas y penas y para consolar las suyas?
-¿No es una alegría “escribir” sobre un papel en blanco para recoger una “obra de arte”?
-¿No es una alegría “modelar” una escultura con tus propias manos y que cobre vida después de todo un curso de trabajo?
-¿No es una alegría recibir sonrisas, lágrimas, abrazos, caricias, piropos y flores gratis?
Todo esto merece, no sólo la pena, sino la alegría de disfrutar de “premios” que no están pagados con dinero y “recompensas” que por mucho que quiera la sociedad y los gobernantes recortarnos en tiempos de crisis, no conseguirán que sigamos recibiendo homenajes a diario durante los nueve meses que dura un curso escolar.
GRACIAS POR TU HOMENAJE PARTICULAR Y ¡¡¡FELIZ VUELTA AL COLE PARA TODOS!!!
Una profe antequerana orgullosa de su trabajo.
Antonio, perdona pero se me ha colado el comentario dos veces.
Elimina uno, por fa.
Gracias anticipadas.
Cada curso escolar supone para nosotr@s un nuevo reto que afrontamos la ilusión de la primera vez y la calma que nos da la experiencia. A pesar de ello, somos much@s los que no logramos conciliar el sueño la noche antes de ver a nuestr@s niñ@s (como acostumbramos a llamarlos cariñosamente), pensando en qué nos deparará el nuevo curso.
Personalmente,he de decir que desde que entro al cole, dejo atrás cualquier problema personal y me transformo en "la seño de..." Ell@s me lo ponen muy fácil, sus caritas lo dicen todo: son pura inocencia deseosa de aprender.
Algunas personas pueden pensar que nuestra labor docente abarca sólo la enseñanza curricular de materias, pero es mucho más que eso.La docencia implica enseñar a ser mejores personas a nuestr@s alumn@s para que entre tod@s construyamos un mundo mejor y eso no tiene precio.
Gracias AVATAR por estar ahí y animarnos a seguir adelante.
Y.R.
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